lunes, 8 de julio de 2013

Varanasi, Bihar y Darjeeling

De Varanasi, la conocida y santa ciudad hindú, no tengo fotos disponibles lamentablemente. El calor no me dejaba ni respirar en paz (aunque no presenciaría aquí la temperatura más alta durante mis vacaciones), y no tenía ganas en absoluto de caminar con la cámara bajo tal sol. 
Fue en este punto en que comencé un corto, pero emocionante viaje con Catharina, una voluntaria alemana, que también trabaja para ICDE.
Varanasi se encuentra a la ribera del río Ganges, el más sagrado de la India, y es el más anhelado punto de peregrinación hindú, y quien quiera que practique esta religión, debe visitar la ciudad al menos una vez en su vida. 
Lo más atractivo de la ciudad son sus "ghats", las cuales son anchas y laaargas escalinatas que descienden al río, en donde niños juegan cricket, sadhus (hombres santos) deambulan, y docenas de personas toman un baño en las "puras" aguas del Ganges. Precisamente, la imagen de una parte de estas escalinatas se encuentra como fondo en este blog. 
La sección más interesante de la ribera fue, en mi opinión, la llamada "Burning Ghat", en donde son cremados cientos de cuerpos cada día, en ubicaciones y tipos de madera específicos dependiendo de su casta o situación económica. Así (y según la explicación de un extraño), solo lás familias más ricas pueden ser cremadas en madera de sándalo, en lo alto de las escalinatas, mientras que, aquellas más necesitadas, en madera barata, cerca de la orilla. 

Cerca de Varanasi, como a 6 o 7 horas en tren, se encuentra otro lugar de gran importancia, esta vez para la religión Budista. El pueblo de Bodhgaya, en el estado de Bihar, es uno de los cuatro sitios más sagrados para el budismo, pues fue el lugar en donde Buddha (todavía Siddarta en aquel entonces), alcanzó la iluminación (o Nirvana), después de meditar bajo un árbol llamado "Bodhi", alrededor del siglo V a. C.


Una estatuilla en forma de loto, por cada
 paso que Buddha dio en este lugar.

El templo budista de Mahabodhi, el cual, apenas ayer (07/07/13), fue
el objetivo de ataques terroristas.

Darjeeling fue mi último destino con Catharina, pues ella volaría a las exóticas Islas Andaman, y yo esperaría unos días en Darjeeling por la llegada de otros amigos voluntarios, para viajar con ellos a la región de Sikkim. Unos días antes, sin embargo, nos dimos una escapada al Parque Nacional de Betla, (región de Jharkhand), en donde recorrimos a lomo de elefante, en un pequeño safari de avistamiento de aves, monos, y venados. No se nos cruzó ningún tigre desafortunadamente. 


Una vez en Darjeeling, el té es obligación. 

Los famosos campos de té en Darjeeling

Las "recogedoras"

"Momos", un exquisito platillo tibetano

Desde el hotel

En Tiger Hill







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