miércoles, 23 de enero de 2013

Campamento en Mysore


Después de las vacaciones de diciembre, desde el 3 hasta el 7 de enero se llevó a cabo el campamento de medio ciclo con ICDE. El lugar escogido por la organización fue el campus de la empresa Infosys, una multinacional india de servicios de tecnologías de la información. Un lugar inmenso, con todo a la mano, buena comida y cómodas camas, pero a veces demasiado pretensioso, perfecto y amurallado, diferente a la India exterior. 
Tuvimos varias actividades preparadas por ICDE, sin embargo, lo relevante de aquellos días fueron las conversaciones con los demás voluntarios, especialmente a la hora de los largos "tea breaks." Compartimos muchas experiencias sobre nuestros viajes, proyectos e impresiones en el tiempo transcurrido, aunque en general no fue muy motivador escuchar que algunos no estaban muy satisfechos con el trabajo que realizaban. 

Se me hace difícil pensar que ya pasaron 5 meses en este país, y estoy cerca del 6to. He aprendido sobre esta cultura y en especial, un poco más sobre mí. Todavía queda tiempo para descubrir otros aspectos sobre esta Incredible India, y espero aprovechar los próximos meses al máximo.

El domo del campus. Entre otras cosas, funciona como cine

El edificio principal del campus.

Discutiendo sobre nuestros proyectos

Va a ser emotivo ver esta foto en el futuro...







viernes, 18 de enero de 2013

Para Navidad y Año Nuevo, a las playas de Gokarna y Goa!



Después de la presentación del musical con los chicos de Sindhi Highschool, trabajamos un último fin de semana antes de que comenzaran las vacaciones en mi proyecto, deseamos unas lindas fiestas a nuestros alumnos (aunque algunos no las celebran, claro), y el domingo 23, agarré mi maleta y tomé el sleeper bus hasta la playa de Gokarna, (a unas 10 horas de Bangalore), en donde planeé encontrarme con otros amigos voluntarios. Llegando a primera hora del lunes 24, desayunado e instalado, solo quedaba disfrutar del feriado. Los cuatro o cinco días siguientes pasaron tan relajadamente que ni reparamos en el paso del tiempo. Nos dedicábamos más que nada a comer, nadar, y dormir.... y vaya que éramos buenos para eso.
Om Beach era la playa que frecuentábamos la mayor parte del tiempo, y por las noches, caminábamos hasta  Cudle Beach, la playa vecina, en donde se hospedaban dos amigas que coincidencialmente encontramos. 
Era común ver chicos en uniforme de colegio que llegaban en multitudes desde Bangalore, sin maletas, para pasar parte del día en la playa y regresar (por las mismas, como quien dice) en la noche a la ciudad. Tantas horas de viaje a cambio de medio día de chapoteo, pero lo gozaban al máximo. 
El día de navidad, unos niños hicieron el intento de decorar un árbol moribundo en la playa (lo que trajo cierto entusiasmo navideño a los que veíamos desde el restaurante a pocos metros), hasta que una vaca resabiada, como queriendo lucirse ante la audiencia, empezó a embestirlo por algún motivo. Parecía que, irónicamente, el hinduísmo se burlaba de la Navidad...
No fue hasta el 26 de diciembre (si no estoy mal) que intercambiamos regalos entre los voluntarios que estábamos reunidos. Fue también la despedida para dos de ellos, que habían culminado su año de intercambio, y volvían a Alemania en los días siguientes. Dijimos adiós también, temporalmente, a otros voluntarios que volvían a Bangalore y a Mysore, pues debían trabajar en sus respectivos proyectos. El resto de nosotros (quedábamos 8), que pensábamos viajar a la región de Goa a la mañana siguiente, decidimos  quedarnos un día más en Om Beach. Malte y yo, que compartíamos habitación, (de hecho, era más una modesta cabañita que costaba 5 dolares por noche), tuvimos que entregarla al día siguiente, y al ver que los hostales que rodeaban la costa estaban repletos por la temporada, decidimos dormir en hamacas en la playa la última noche. Fue la primera vez que lo hice, y contrario a lo que me esperaba, fue muy, muy cómodo dormir colgado entre dos árboles.
Así que, desayunados las mañana del 28, tomamos el tren hacia Goa, específicamente a Anjuna Beach. Bueno, ese era el plan. El tren nos dejó en la estación de Madgao, desde la que tomamos un taxi a la estación de buses, donde montamos un bus hasta Panjim (la capital del estado), luego otro hasta la estación de Mapusa, y al final un último hasta Anjuna. Vaya trajín, encima con esas maletotas y los buses llenos! Toda la paz que acumulamos en Gokarna se fue el paso... Pues bien, ahora era momento de conseguir hotel... y un cajero. Por ser temporada alta, nos imaginábamos que conseguir una habitación sería imposible, y si la conseguíamos, nos costaría un ojo de la cara. A la final, y gracias a la ayuda de un voluntario que había llegado unos días antes que nosotros, conseguimos una casa por 3500 rupias por noche para 7 personas (unos 60 dólares). En los días siguientes llegaron 9 amigos más y la mayoría terminamos durmiendo en el piso con varios colchones extra que el dueño del lugar nos prestó.
La playa era linda, aunque llena de turistas (claro que la época influye, pero si me dieran a elegir, me quedaría con Gokarna). Cabe recalcar, que nuestras actividades no cambiaron mucho con respecto a las de Gokarna, sólo añadimos las fiestas por la noche, pues sabíamos, que era una de las principales atracciones de Goa. Nos acostumbramos a levantarnos tarde, pasar el día en la playa y salir a bailar por la noche; excepto por un sábado, en el que fuimos al conocido mercado de las pulgas de Anjuna, un lugar inmenso, colorido y lleno de todo (o casi todo) lo que a un turista le interesa. Goa atrae gente de todas partes del mundo, pero la gran mayoría de visitantes viene de Rusia. De hecho, tanta influencia tiene esta comunidad en el lugar, que hasta los menús en los restaurantes se presentan en ruso y en inglés. Los vendedores en el mencionado mercado, a todo rubio que pasaba le decían "priviet" y le invitaban a su quiosco con un "davai" ("hola" y "venga" en ruso).
Recibimos el año nuevo con fuegos artificiales; sin viudas, sin viejo, pero en muy buena compañía de esos locos voluntarios, de los cuales Malin, una amiga alemana, cumplía años además. Después de la cuenta regresiva y el abrazo respectivo, cambiamos enseguida al cumpleaños feliz...
El 2 de enero, después de 10 días en la playa, era otra vez momento de alistar maletas y viajar hasta Mysore, en donde tendríamos que asistir al campamento de medio ciclo con ICDE (la organización encargada de nosotros durante este año de voluntariado). Llegar a la estación del tren en Madgao fue solo el principio de la travesía. Debíamos coger el tren que iba hacia Bangalore, parar en la estación de Arsikere y desde ahí tomar un nuevo tren hacia Mysore (con tanto nombre, es recomendable tomar un mapa). Como de costumbre, compramos boletos para 2da clase (los más baratos disponibles), y nos colamos en el vagón con camas. Encontramos 4 de ellas libres y sin pensarlo las ocupamos enseguida. Sabíamos que en cualquier momento el controlador nos echaría, pero nuestro plan nos permitió dormir por lo menos dos horas, hasta que lo inevitable aconteció. Gracias a publicaciones anteriores, les parecerá predecible que el resto del viaje   lo pasamos en el pasillo al lado de los baños (nuestro lugar predilecto), sólamente pensando que al día siguiente, cómodas camas nos estarían esperando en el campamento.
Llegados a Arsikere, compramos té para pasar la fría madrugada, uns cuantos snacks y agua para el camino. Tomamos el último tren de la travesía y después de apenas 3 horas, por fin, llegábamos a nuestro esperado destino... Mysore.

Om Beach





Feliz Navidad!!



Recibiendo el año con un tatuaje de henna en Goa
Nuestra cena de año nuevo

De derecha a izquierda: Malte, Wilma, Philipp, Malin,
Guille, Anna, Julia, yo y Raphael :D !!




martes, 15 de enero de 2013

Cenicienta...



Tres meses antes de la presentación del musical, el pasado 20 y 21 de diciembre, se realizaron las audiciones en la librería de "Sindhi High School", a todos los estudiantes desde 5th hasta 12th standard (equivalentes a 5to de básica hasta 3ro de bachillerato respectivamente) a cargo del mentalizador de la obra, el Dr. Ashley; de uno de sus amigos, el coreógrafo Ganesh; de mis colegas Amit, Smriti, y en cierta forma... de mí. 
Todo el evento iría por cuenta de este colegio. El escenario, las luces, los disfraces y las invitaciones; hasta té y sánduches nos ofrecían de vez en cuando...

En ese entonces, siendo yo todavía nuevo en el proyecto, tenía muchas dudas sobre lo que Ashley tenía en mente hacer con esos alumnos, pero no hice muchas preguntas y me limité a observar como parte del "panel de jueces", con la misma incertidumbre que deben haber sentido esos chicos al ver que un quinteto de locos desconocidos les pedía que espontáneamente cantaran una canción y leyeran en voz alta un artículo del periódico. Era claro que nadie les había dicho que estaban audicionando para un musical, y sin preparación alguna (ni voluntad en muchos casos), los chicos cantaban lo que bien podían. Al pasar los días de cernimiento, teníamos una idea de cuales eran las bandas y solistas favoritos del colegio, por lo que antes de iniciar las audiciones con una clase nueva, pedíamos que escogieran cantar algo diferente a Taylor Swift o Linkin Park....

Había chicos definitivamente talentosos, ya sea en el canto o en la oratoria, quienes por lo general eran los más predispuestos. Ashley, en muchas ocasiones se disgustaba por la indisciplina o los murmullos, durante las audiciones y sobretodo posteriormente durante en los ensayos con el cast seleccionado. A veces, y supongo que debido al cansacio, llegaba a enojarse por motivos que yo consideraría irrelevantes, y en aquellas sesiones o ensayos en lo que todo marchaba tranquilamente, los alumnos hasta pedían uno de sus gritos para sentirse motivados.... cosa que hasta ahora no entiendo!

Durante el mes de noviembre, debido a los preparativos del concierto con orquesta en diciembre y a que Ashley realizó un viaje a Thailandia y Malasia con su batuta para promover la paz, dejamos de asistir a los ensayos para el musical. Sin embargo, Ganesh, diariamente trabajó las coreografías con todos los estudiantes que participarían, y cabe recalcar, que no debe haber sido nada fácil... 

Fue muy interesante ver el progreso de muchos de estos chicos, (que en un principio más que estudiantes parecían ganado) en ese mes que nos ausentamos. Todos sabían ya sus líneas, sus posiciones y sus canciones, y vimos que, debido a la cantidad de estudiantes participantes, se prepararon 2 elencos de actores y cantantes para las 2 fechas de presentación.

Los últimos días practicamos la obra entera unas cuantas veces, en el escenario al aire libre en las canchas del colegio. El primer dia de la presentación llegó y tanto los chicos como nosotros estábamos ansiosos. Amit a la guitarra, Smriti al violín, Victor en la bateria, Ashley y yo al teclado, acompañamos a los actores, con música de fondo en cada escena y con 4 canciones: "Vincent", "Somewhere over the Rainbow", "The Circle of Life" y "What a Wonderful World."

Gran aceptación, entusiasmo, agradecimientos, aplausos, (y hasta pastel!), fueron parte del éxito de ambas noches, que sumados al cariño y al empeño de los chicos, muchos de los cuales, descubrieron un nuevo talento en estos meses, hicieron de ésta una gran y valiosa experiencia....





Durante los ensayos








Las conejas a la hora del té...











Amit y las fans









Todo el elenco despues de la presentacion

El Dr. Ashley junto a los directores, los patrocinadores y las profesoras , con sarees azules...
De derecha a izquierda: Victor, Ganesh, el Dr. Ashley, Amit, Smriti y yo

miércoles, 9 de enero de 2013

Fin de semana en Kerala!!




 El pasado 15 de diciembre viajé junto a una amiga inglesa a la tropical y famosa Kerala, una provincia al extremo sur de la India. Decidimos quedarnos en una localidad llamada Kochi (Fort Kochi), un archipiélago en Kerala central, un lugar con cierto aire europeo desde mi punto de vista, calles angostas, rústicas casas y hostales con balcones y jardines llenos de flores, además de una infinidad de turistas de todo el mundo. Se celebraba justo desde esa semana la primera bienal de la India, (según decían los anuncios) la Biennal Kochi-Muziris, con exposiciones de obras de arte de diferentes artistas tanto indios como extranjeros en en el puerto, las calles y pequeñas galerías a lo largo del pueblo, lo que explicaba la afluencia de turistas.



Mi amiga se llama Poppy, y decidimos hacer este viaje porque ella regresaba el 19 a Inglaterra, donde solo se quedaría dos meses, pues enseguida parte para Korea del Sur, en donde consiguió un trabajo como profesora de inglés. Siempre con ganas de conocer el mundo....


Todo iba muy bien el primer día, hasta el momento de conseguir un hotel, pues el bobazo que en este momento les escribe se olvidó el pasaporte en Bangalore, por lo que ningún hostal o guest house podía alojarme, al menos no legalmente....... TOORRPE, como diría mi hermano. En fin, el dueño del restaurant donde desayunamos esa mañana nos ofreció alojamiento (mucho más caro de lo normal obviamente), y quedé algo aliviado.

Por motivo de la bienal, decidimos con mi amiga dedicar el resto del día a recorrer el pueblo, a asistir a galerías y eventos culturales. Vimos las famosas redes de pescar chinas a lo largo del puerto y conocimos a los pescadores que invitaban a turistas para recolectar la pesca cada cierto tiempo, aunque no precisamente gratis. Visitamos varias iglesias, entre ellas la de St. Francis, famosa por ser la iglesia católica más antigua de la India, construida en 1503. El explorador portugués Vasco da Gama murió en Kochi en 1524, durante su tercera visita a la India. En un principio, su cuerpo fue enterrado en esta iglesia, pero después de 14 años, sus restos fueron transladados hasta Lisboa, donde yacen hasta hoy.






Fachada de la Iglesia de St. Francis




Todos dejan sus zapatos en la puerta de la iglesia








Basilica de Santa Cruz, Fort KOC

Entrada al Kathakali Centre
Asistimos a dos funciones del "Kerala Kathakali Centre", una institución que trabaja para la conservación de la cultura propia de esta región de la India, un lugar que vale completamente la pena visitar en Kochi. La primera fue de "Kalarippayat", nacida en Kerala, es una de las formas de artes marciales más antiguas que existen, que incluye llaves, patadas, uso de múltiples armas (sólamente en demostraciones), y métodos de curación, cuyos aprendices en esta escuela por lo general provienen de familias de pescadores de escasos recursos.
Después de cenar, volvimos para el show de una de las tantas danzas clásicas indias, llamada Bharata Natyam, originaria de la región de Tamil Nadu.




Aprendiz de Kalarippayat.



El segundo día fue dedicado... al ocio. Pasamos el día entero en "Cherai Beach", en una isla cercana a Kochi, un lugar no muy turístico y algo similar a las playas de Ecuador, en donde nos quedamos hasta el atardecer (y vaya atardecer!), pues nos proponíamos terminar el día con un recital de sitara y tabla, en el Kathakali Centre.




La última actividad que hicimos al día siguiente fue tomar un pequeño tour en las famosas "Backwaters" , más o menos parecido a los paseos en bote por la Amazonía. No estábamos solos durante el recorrido, otros turistas ingleses e indios nos acompañaron por las tres horas del tour. Conocimos una pequeña aldea  en donde vimos la variedad de cosas que se pueden hacer con el coco. Con estos aldeanos, nada se desperdicia, de hecho, la cubierta de nuestro bote estaba hecha de fibra de coco entrelazada. Una experiencia relajante y recomendable..


Era hora de regresar a Bangalore lastimosamente (y qué pereza nos daba!), pero claro, estaba contento de añadir un destino más a la lista, siempre con ganas de conocer el mundo...