Después de la presentación del musical con los chicos de Sindhi Highschool, trabajamos un último fin de semana antes de que comenzaran las vacaciones en mi proyecto, deseamos unas lindas fiestas a nuestros alumnos (aunque algunos no las celebran, claro), y el domingo 23, agarré mi maleta y tomé el sleeper bus hasta la playa de Gokarna, (a unas 10 horas de Bangalore), en donde planeé encontrarme con otros amigos voluntarios. Llegando a primera hora del lunes 24, desayunado e instalado, solo quedaba disfrutar del feriado. Los cuatro o cinco días siguientes pasaron tan relajadamente que ni reparamos en el paso del tiempo. Nos dedicábamos más que nada a comer, nadar, y dormir.... y vaya que éramos buenos para eso.
Om Beach era la playa que frecuentábamos la mayor parte del tiempo, y por las noches, caminábamos hasta Cudle Beach, la playa vecina, en donde se hospedaban dos amigas que coincidencialmente encontramos.
Era común ver chicos en uniforme de colegio que llegaban en multitudes desde Bangalore, sin maletas, para pasar parte del día en la playa y regresar (por las mismas, como quien dice) en la noche a la ciudad. Tantas horas de viaje a cambio de medio día de chapoteo, pero lo gozaban al máximo.
El día de navidad, unos niños hicieron el intento de decorar un árbol moribundo en la playa (lo que trajo cierto entusiasmo navideño a los que veíamos desde el restaurante a pocos metros), hasta que una vaca resabiada, como queriendo lucirse ante la audiencia, empezó a embestirlo por algún motivo. Parecía que, irónicamente, el hinduísmo se burlaba de la Navidad...
No fue hasta el 26 de diciembre (si no estoy mal) que intercambiamos regalos entre los voluntarios que estábamos reunidos. Fue también la despedida para dos de ellos, que habían culminado su año de intercambio, y volvían a Alemania en los días siguientes. Dijimos adiós también, temporalmente, a otros voluntarios que volvían a Bangalore y a Mysore, pues debían trabajar en sus respectivos proyectos. El resto de nosotros (quedábamos 8), que pensábamos viajar a la región de Goa a la mañana siguiente, decidimos quedarnos un día más en Om Beach. Malte y yo, que compartíamos habitación, (de hecho, era más una modesta cabañita que costaba 5 dolares por noche), tuvimos que entregarla al día siguiente, y al ver que los hostales que rodeaban la costa estaban repletos por la temporada, decidimos dormir en hamacas en la playa la última noche. Fue la primera vez que lo hice, y contrario a lo que me esperaba, fue muy, muy cómodo dormir colgado entre dos árboles.
Así que, desayunados las mañana del 28, tomamos el tren hacia Goa, específicamente a Anjuna Beach. Bueno, ese era el plan. El tren nos dejó en la estación de Madgao, desde la que tomamos un taxi a la estación de buses, donde montamos un bus hasta Panjim (la capital del estado), luego otro hasta la estación de Mapusa, y al final un último hasta Anjuna. Vaya trajín, encima con esas maletotas y los buses llenos! Toda la paz que acumulamos en Gokarna se fue el paso... Pues bien, ahora era momento de conseguir hotel... y un cajero. Por ser temporada alta, nos imaginábamos que conseguir una habitación sería imposible, y si la conseguíamos, nos costaría un ojo de la cara. A la final, y gracias a la ayuda de un voluntario que había llegado unos días antes que nosotros, conseguimos una casa por 3500 rupias por noche para 7 personas (unos 60 dólares). En los días siguientes llegaron 9 amigos más y la mayoría terminamos durmiendo en el piso con varios colchones extra que el dueño del lugar nos prestó.
La playa era linda, aunque llena de turistas (claro que la época influye, pero si me dieran a elegir, me quedaría con Gokarna). Cabe recalcar, que nuestras actividades no cambiaron mucho con respecto a las de Gokarna, sólo añadimos las fiestas por la noche, pues sabíamos, que era una de las principales atracciones de Goa. Nos acostumbramos a levantarnos tarde, pasar el día en la playa y salir a bailar por la noche; excepto por un sábado, en el que fuimos al conocido mercado de las pulgas de Anjuna, un lugar inmenso, colorido y lleno de todo (o casi todo) lo que a un turista le interesa. Goa atrae gente de todas partes del mundo, pero la gran mayoría de visitantes viene de Rusia. De hecho, tanta influencia tiene esta comunidad en el lugar, que hasta los menús en los restaurantes se presentan en ruso y en inglés. Los vendedores en el mencionado mercado, a todo rubio que pasaba le decían "priviet" y le invitaban a su quiosco con un "davai" ("hola" y "venga" en ruso).
Recibimos el año nuevo con fuegos artificiales; sin viudas, sin viejo, pero en muy buena compañía de esos locos voluntarios, de los cuales Malin, una amiga alemana, cumplía años además. Después de la cuenta regresiva y el abrazo respectivo, cambiamos enseguida al cumpleaños feliz...
El 2 de enero, después de 10 días en la playa, era otra vez momento de alistar maletas y viajar hasta Mysore, en donde tendríamos que asistir al campamento de medio ciclo con ICDE (la organización encargada de nosotros durante este año de voluntariado). Llegar a la estación del tren en Madgao fue solo el principio de la travesía. Debíamos coger el tren que iba hacia Bangalore, parar en la estación de Arsikere y desde ahí tomar un nuevo tren hacia Mysore (con tanto nombre, es recomendable tomar un mapa). Como de costumbre, compramos boletos para 2da clase (los más baratos disponibles), y nos colamos en el vagón con camas. Encontramos 4 de ellas libres y sin pensarlo las ocupamos enseguida. Sabíamos que en cualquier momento el controlador nos echaría, pero nuestro plan nos permitió dormir por lo menos dos horas, hasta que lo inevitable aconteció. Gracias a publicaciones anteriores, les parecerá predecible que el resto del viaje lo pasamos en el pasillo al lado de los baños (nuestro lugar predilecto), sólamente pensando que al día siguiente, cómodas camas nos estarían esperando en el campamento.
Llegados a Arsikere, compramos té para pasar la fría madrugada, uns cuantos snacks y agua para el camino. Tomamos el último tren de la travesía y después de apenas 3 horas, por fin, llegábamos a nuestro esperado destino... Mysore.
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Om Beach |
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Feliz Navidad!! |
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Recibiendo el año con un tatuaje de henna en Goa |
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Nuestra cena de año nuevo |
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De derecha a izquierda: Malte, Wilma, Philipp, Malin, Guille, Anna, Julia, yo y Raphael :D !!
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