miércoles, 10 de julio de 2013

Sikkim

Después de 10 días de estancamiento en Darjeeling (hasta esperar a los amigos voluntarios), viajamos, el 2 de mayo, al estado de Sikkim, el segundo más pequeño de la India, después de Goa.
En este lugar, ubicado en los Himalayas, se encuentra el Kangchenjunga, la tercera montaña más alta del planeta, con 8586 msnm, la cual tuvimos la suerte de ver al amanecer, en el pequeño y turístico pueblo de Pelling.

Sikkim fue un estado independiente hasta 1975.

Monasterio Budista de Pemayangtse

"The 6 Handsome Sadhus", nuestro grupo de viaje
Desde la izquierda: Jeremie, Philipp, Guille, Juli y Jannik.
Yo, de fotógrafo...

Más banderines de oraciones budistas

Kangchenjunga al amanecer. 



Lago "Katchaperry"





lunes, 8 de julio de 2013

Varanasi, Bihar y Darjeeling

De Varanasi, la conocida y santa ciudad hindú, no tengo fotos disponibles lamentablemente. El calor no me dejaba ni respirar en paz (aunque no presenciaría aquí la temperatura más alta durante mis vacaciones), y no tenía ganas en absoluto de caminar con la cámara bajo tal sol. 
Fue en este punto en que comencé un corto, pero emocionante viaje con Catharina, una voluntaria alemana, que también trabaja para ICDE.
Varanasi se encuentra a la ribera del río Ganges, el más sagrado de la India, y es el más anhelado punto de peregrinación hindú, y quien quiera que practique esta religión, debe visitar la ciudad al menos una vez en su vida. 
Lo más atractivo de la ciudad son sus "ghats", las cuales son anchas y laaargas escalinatas que descienden al río, en donde niños juegan cricket, sadhus (hombres santos) deambulan, y docenas de personas toman un baño en las "puras" aguas del Ganges. Precisamente, la imagen de una parte de estas escalinatas se encuentra como fondo en este blog. 
La sección más interesante de la ribera fue, en mi opinión, la llamada "Burning Ghat", en donde son cremados cientos de cuerpos cada día, en ubicaciones y tipos de madera específicos dependiendo de su casta o situación económica. Así (y según la explicación de un extraño), solo lás familias más ricas pueden ser cremadas en madera de sándalo, en lo alto de las escalinatas, mientras que, aquellas más necesitadas, en madera barata, cerca de la orilla. 

Cerca de Varanasi, como a 6 o 7 horas en tren, se encuentra otro lugar de gran importancia, esta vez para la religión Budista. El pueblo de Bodhgaya, en el estado de Bihar, es uno de los cuatro sitios más sagrados para el budismo, pues fue el lugar en donde Buddha (todavía Siddarta en aquel entonces), alcanzó la iluminación (o Nirvana), después de meditar bajo un árbol llamado "Bodhi", alrededor del siglo V a. C.


Una estatuilla en forma de loto, por cada
 paso que Buddha dio en este lugar.

El templo budista de Mahabodhi, el cual, apenas ayer (07/07/13), fue
el objetivo de ataques terroristas.

Darjeeling fue mi último destino con Catharina, pues ella volaría a las exóticas Islas Andaman, y yo esperaría unos días en Darjeeling por la llegada de otros amigos voluntarios, para viajar con ellos a la región de Sikkim. Unos días antes, sin embargo, nos dimos una escapada al Parque Nacional de Betla, (región de Jharkhand), en donde recorrimos a lomo de elefante, en un pequeño safari de avistamiento de aves, monos, y venados. No se nos cruzó ningún tigre desafortunadamente. 


Una vez en Darjeeling, el té es obligación. 

Los famosos campos de té en Darjeeling

Las "recogedoras"

"Momos", un exquisito platillo tibetano

Desde el hotel

En Tiger Hill







jueves, 4 de julio de 2013

Delhi

Fue el último destino que visité junto con mi papá, a pesar que en el transcurso de nuestro viaje, hayamos pasado dos veces por dicha ciudad, de manera transitoria.
Delhi, hasta cierto punto, no fue como la esperaba. Me imaginaba una ciudad extramadamente caótica, con multitudes descontrolables, y sobretodo, contaminada. Hasta cierto nivel, y como es el caso de muchas otras ciudades en el país, el estereotipo es cierto, pero es gracias al excelente sistema de metro, con el que esta metrópolis cuenta desde hace poco más de 10 años, que se convierte en un sueño el recorrer la ciudad. 
El calor iba aumentando en muchos lugares del país para entonces, por lo que el aire acondicionado de los vagones era precisamente lo que necesitábamos. En mi opinión, el sistema todavía necesita la cooperación de la población que se transporta en este medio. El gentío que esperaba ver en las calles, terminaba encontrándolo en el subterráneo, y en las estaciones más importantes, era una locura intentar salir del tren, pues, a la vez, cientos de personas querían deseperadamente entrar. Cooperación, en muchas ocasiones, significaba más que nada, sentido común.

Fuera del "Red Fort"

Reparando un rickshaw

Fuera del "Jama Masjid", la mezquita más grande de la India.

La tumba del Emperador Humayun, que serviría de
inspiración para el Taj Mahal

Una gran despedida con una magnífica puesta
de sol detrás del mausoleo.
El "Qutub Minar", el minaret (torre) más alto de la India

Un sitio que siempre tuve la intriga de conocer: el "Templo de Loto",
que desgraciadamente estuvo cerrado cuando lo visitaba.

Mi siguiente destino, ya sin mi padre, será Varanasi...


Pd: Por cierto, acabo de actualizar mis publicaciones sobre Ajanta, Ellora y Mumbai. Espero las disfruten!






miércoles, 3 de julio de 2013

Kashmir, Mc Leod Ganj y Amritsar

Después de un caliente día en el Taj, y un tren de dos horas hasta Delhi, tomamos un avión hasta la lejana y conflictiva (aunque tranquila hasta hace unos días) Kashmir, una tierra codiciada tanto por India como por Pakistán, que sin embargo, busca independizarse, pues su gente no siente pertencer a ninguna de las mencionadas naciones. 
Que sea relativamente segura no significó en nuestro caso que nos hayamos librado de las estafas. Fuimos a lugares increíblemente hermosos, sin duda, pero sentimos que nos tomaron el pelo por los precios que cobraron.
En todo caso, presento aquí una muestra de aquellos lugares, que son ahora muy preciadas postales.

Se aproxima un amigable (pero insistente)
vendedor de tulipanes a nuestro "Houseboat"

Desde el teleférico en Gulmarg
En una sorpresiva coincidencia, nos encontramos en
una increíble muestra de tulipanes.



Una tradicional "Shikara" al atardecer,
en el lago "Dal", donde nos hospedábamos.
 Entre Kashmir y McLeod Ganj, tuvimos algunas de las mejores vistas de los Himalayas, junto con un cielo casi completamente despejado. La carretera, era de esperarse, no era la mejor hasta el momento, pero ya nos íbamos acostumbrando.
McLeod Ganj es uno de tantos asentamientos tibetanos existentes en la India, aunque no uno cualquiera, pues es el lugar de residencia oficial del Dalai Lama.
Es un amigable, colorido y acogedor pueblo localizado en las montañas del estado de Himachal Pradesh, lleno de centros y cursos de meditación, yoga y hasta de masajes ayurvedicos; de templos, banderines de oraciones, monumentos, mensajes apoyando la liberación tibetana y un museo (gratuito) que informa detalladamente acerca de la invasión China en Tíbet y las posteriores consecuencias.
Fue uno de mis lugares favoritos durante mi viaje (inclusive hasta el final de mis vacaciones), y es que hasta tuve la mejor vista que jamás haya tenido desde un hotel (incluyendo el baño desde luego): la de una verde ladera llena de pequeñas casas, y un imponente nevado bajo un hermoso cielo azul.
Desafortunadamente, nos quedamos solamente un día en esta localidad...

Los paisajes en la carretera rumbo a McLeod Ganj

McLeod Ganj



A Amritsar parece que llegamos en un día no muy recomendado. Era domingo y esta ciudad, la más importante para la religión Sikh en India (como lo es Varanasi para los Hindús),  rebosaba de visitantes y peregrinos.
Asistimos mi papá y yo a una ceremonia de cierre de fronteras entre Pakistan e India, que da lugar cada día antes del atardecer, a pocos kilómetros de Amritsar. El evento, un tanto desilusionante en mi opinión, no mostraba el acercamiento entre ambos pueblos de la manera que esperaba ver. Se trataba más sobre cuál multitud presumía más con gritos de patriotismo, en lugar de un respetuoso reconocimiento mutuo antes de despedirse hasta la mañana siguiente, cuando las fronteras vuelven a abrirse. Es caótico a sobremanera. 
El templo Dorado, la mayor atracción de esta ciudad santa, es digno de visitar al menos 2 veces en un día (según mi guía de viajes), una en la mañana y otra en la noche, cuando es hermosamente iluminado. 
Nosotros lo visitamos solamente durante la noche, pero el lugar estaba repleto, y no pudimos apreciar el complejo en absoluto. Sé que, de haber visitado el templo en otro momento, habría tenido otra impresión, sobretodo por los excelentes comentarios que oiría de varios otros voluntarios que visitaron el mismo templo en días posteriores, con más calma.


En la ceremonia de cierrede fronteras


El templo Dorado, principal centro de peregrinación Sikh


lunes, 24 de junio de 2013

Jaipur y Agra... Sí, sí, el Taj Mahal...

Despues de nuestra última cena en Bangalore (y una corta noche), tomamos un avión hasta Delhi. El lujo de tomar un vuelo de 3 horas, contra las 48 que demora un tren en la misma distancia, no tiene precio.

Apenas llegados solo planeábamos esperar para nuestro tren hasta Jaipur, a donde llegaríamos la mañana del 6 de abril, sin haber visto nada en Delhi, pues volveríamos en unos días, según nuestro plan.


En la terraza de nuestro hotel - Jaipur


Posando con nuestro "tuk-tuk" privado
En Amber Fort, bajo un sol no más un tantito calcinante...



Atardecer desde el "Monkey Temple", en donde,
 desde luego, hay muchos de ellos.
 Nuestro paso a Agra fue un tanto incómodo. Tomamos un bus nocturno de aproximadamente 5 horas, y llegando en la madrugada a nuestro hotel, tuvimos la oportunidad de ver el Taj al amanecer. Quizás las fotos no revelen lo hermoso que fue, pero fue sin duda la mejor hora del día para visitar el monumento; no solo por ver el mármol más rosado que blanco, si no también para evitarnos la gran cantidad de gente que va llegando empezada la mañana.

He aquí, el Taj (en una foto chueca)

Uno de los 4 minarets, del lado del río Yamuna

El fuerte de Agra.

Las artesanías en mármol. 









viernes, 21 de junio de 2013

De Mysore hasta Kerala...

Desde talleres de incienso, palacios, templos, elefantes, casacadas, hasta buses incómodos, un centro de ayurveda y un falso pastel de cumpleanios en una gran cena en Bangalore...
Un pedazo del sur de esta caótica India...


Novato en el taller de incienso


La entrada al palacio de Mysore
La bendición elefantito!

La alegria de montar un elefante, a 200 rupias por 3 minutos!

El palacio iluminado!

Las colinas de Ooty desde el Toy Train